Caniche
 


El Caniche, aparte de su talla o color, es un perro de construcción cuadrada y elegante, con una capa que le viene como la corona al rey. Desde el Gigante y/o Standard hasta el diminuto Toy, el Caniche tiene una manera de ser única que trasciende todo lo que hace. Es la manera en que se conduce cuando se le saca de paseo, el suave cimbreo de las patas traseras al capturar una pelota sobre la hierba, la expresión inquisitiva y alerta cuando escucha una voz familiar… todo esto es especial en el Caniche. Y el dueño aprende pronto a reconocer esa singularidad.

Da lo mismo si el Caniche está presentándose en exposiciones o es un simple compañero familiar, en todos los casos debe estar siempre bien acicalado. El arreglo es tan importante para el Caniche que, una vez acicalado, se pavoneará por toda la casa dando muestras de su notoria satisfacción. Podemos comparar lo que siente con lo que sentimos nosotros después de lavar nuestros cabellos con champú: ¡gran bienestar!

Además de amar la vida en general, el Caniche ama aún más a la gente. Es particularmente receptivo a nuestras emociones y estados de ánimo, a los que responde empáticamente. Se nos une en las celebraciones cuando estamos contentos y nos ronda con silenciosa preocupación cuando estamos enfermos, preocupados o tristes.

Es un perro extraordinariamente inteligente que puede aprender un asombroso repertorio de órdenes si se le enseña con paciencia y suavidad. Cobrar patos abatidos y transportar objetos en la boca no son sino ejemplos de una conducta mil veces repetida. A partir del momento en que los primeros dueños de un Caniche descubrieron su tendencia al aprendizaje, esta raza ha sido entrenada para muchos comportamientos, desde ayudar al dueño dentro de la casa hasta bailar en actuaciones circenses por todo el mundo. Al Caniche le encanta complacer. Anhela llamar la atención y tiene un misterioso sentido del humor. Si, por ejemplo, hace algo que causa mucha gracia a su dueño y éste le corresponde con elogios y risas, él lo captará inmediatamente y repetirá la conducta una y otra vez. Los Caniches están genéticamente hechos para trabajar con humanos y usan su propia intuición emocional para crear fuertes lazos con sus dueños.

Su diseño físico es tal que le permite ejecutar muchos juegos atléticos con facilidad. Mantenerse sobre las patas traseras y «danzar», trepar por escaleras y rampas, saltar toda clase de obstáculos y sentarse para «pedir» son algunas de sus habilidades inmediatas. Éstas y otras suertes son posibles debido a su excepcional sentido del equilibrio y la destreza.

Combine inteligencia, intuición emocional, diseño genético y habilidad física en una sola raza canina y usted tendrá al extraordinario Caniche. Un perro de tal versatilidad no es de extrañar que sea considerado el más inteligente y apuesto de todos.

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